31 jul 2014

Buscando su identidad



Soy un hombre
buscando su identidad perdida.

Ambiciono con violenta pasión
aquellas tardes
cuando caminando por la calle
era un hombre
caminando por la calle.

Añoro con rabia inusitada
esos días donde ser poeta
era la luz de un verso.

Me moriría por hacer el amor
en esas noches donde la poesía
entre las sombras me dibujaba
como un hombre haciendo el amor.

Para tranquilizarme me lo digo:
Soy el Poeta y, también,
una golondrina que cruza
los océanos para encontrar un sol
que estará en otro lugar.

Soy el Poeta, me dijo la poesía, soy el Poeta
y también una letra que no encuentra palabra,
una palabra sola y oscura para ninguna frase.
Una frase clara de amor para un amor perdido.

Soy el poeta, soy el poeta, soy el poeta
llegué a decírmelo yo mismo en voz alta
y así llegué al amor de amarme locamente
y me hundí en la miseria de mi piel y vi:

Obedezco órdenes y disparo sobre mí
y lo que no muere en esa ráfaga
lo encarcelo.

Y cuando lo muerto resucita
y lo encarcelado se libera
ciegos sin pasión ni locura
también disparan sobre mí
y lo que no muere esta vez
lo encarcelamos entre todos.

Alguien llegará a decir:
Somos un grupo
una pasión
y varios asesinos.




Miguel Oscar Menassa



4 jul 2014

Posada del río


Hay un reposo musical de las cosas...
Federico García Lorca




          Todo es fragmentario, hasta esta red titubeante de palabras, estos ojos de la lengua. Todo es fragmentario ¿ella lo sabe? Merodea en silencio, desune el miedo velando lo irreal. Vigorosa, busca refugio bajo una hamaca. Su corazón es un tambor en vuelo. Las huellas aún frescas en la tierra quebrantan lo ancestral. Embiste esteros, socava el hechizo. Se despierta para observar el estrellerío. A veces creo que siente el pavor de la nada. Otea con distracción nuestra lámpara. Bebe el agua pura de una fuente, indaga el eco y el inicio del mundo, fatiga ternura. Siento una galería de espejos empañados a mi alrededor.

 Ahora fluyo en el desorden. Dormida pero despierta, de sí misma ajena, transmite su temblor en el centro del pecho. Nada adviene. Sólo ensueño y aire y vigilia.





Carlos Penelas






1 jul 2014

Desde la Patagonia






Traigo en mi canto el poco conocido cantar arisco del canto de mi gente
de los aludes la fuerza incontenible y de los ríos el grito del torrente
de los volcanes altivos de mi tierra traigo en mi sangre la lava incandescente.
Soy el mensaje distinto que alza el vuelo por el paisaje increíble de la nieve
con la presencia mañanera de la bruma y el idioma musical de las vertientes
y el caudal misterioso de los vientos que nos diera este acento diferente.

Vengo del oro la plata y uranio
soy de misma raíz cordillerana
soy el salvaje rugido de los pumas
y la pureza silvestre de la aljaba.
Soy leyenda guardadora de secretos
y el secreto vegetal de la araucaria.

Vengo a ser como el canto postergado
de mi raza que se alza firmemente
y que viene del cerro hacia los llanos
por el cauce natural de las corrientes.
Como el agua también vuelvo si quiero
con mi canto de siempre y para siempre.

Yo vengo de aquella geografía
cuya lumbre es la misma Cruz del Sur
salpicada de lagos y poesías
llena de aves de peces y de sol
con desierto con bosques y pedreros
y repleta de vida fe y amor.

Y vengo a que otra gente nos conozca
asi como nosotros conocemos
el canto del resto de la patria
sus costumbres sus ritos y sus sueños
y por eso enarbolo la guitarra
de este canto argentino y bien sureño.

Letra y música: Marcelo Berbel